LA CUESTIÓN BOLIVIANA.
(Por Petras Petrus de Petris).
El Cartero no puede dejar de reconocer
públicamente sus simpatías con el acuerdo suscrito por los
generales-presidentes de Bolivia y de Chile, Hugo Banzer Suárez y Augusto
Pinochet Ugarte (Acta del Abrazo de Charaña, 8 de febrero de 1975), consistente
en darle una salida al mar a Bolivia a través de una franja-corredor (más ancha
hacia la Cordillera de los Andes y más angosta hacia la costa del Océano
Pacífico) colindante con la Línea de la Concordia limítrofe con el Perú, y a
cambio de una compensación territorial a favor de Chile consistente en algunos
macizos andinos (que este Cartero es de la idea que deben constituir un
contínuo territorial situado lo más próximo posible a la Puna de Atacama).
Esta genial solución al problema de la
mediterraneidad boliviana remonta sus antecedentes en las negociaciones
sostenidas entre los representantes diplomáticos bolivianos y chilenos ochenta
años antes, en 1895 y 1896, las cuales contemplaban la cesión de la soberanía
chilena sobre las provincias de Tacna y de Arica a favor de Bolivia.
Esta formula, que estaba destinada a ser –y
pudo serlo efectivamente- la solución definitiva de la Cuestión Boliviana, fue
abortada por la cortedad de visión propia de la politiquería de algunas
facciones partidistas bolivianas (lideradas por el Coronel faccioso José María
Pando).
En cambio, el remedo Banzer-Pinochet de esa
solución definitiva fue abortado ese mismo año de 1975 por la interferencia
maliciosa del gobierno peruano, excusado en que de acuerdo con el Tratado de
1929 se le debía consultar al respecto.
Esta situación producida nos lleva a concluir
que tanto las políticas exteriores boliviana y chilena –respecto de las
recíprocas relaciones- han estado mal encaminadas, equivocadas y basadas en
falsas apreciaciones, puesto que la Cuestión Boliviana, esto es, el problema de
la falta de acceso soberano de Bolivia al mar, no es ni un problema
multilateral como dice la diplomacia boliviana ni es un problema bilateral como
dice la diplomacia chilena, sino que ES UN PROBLEMA TRILATERAL ENTRE PERÚ,
BOLIVIA Y CHILE.
Está por verse aún si el diferendo
chileno-peruano respecto del mar territorial limítrofe que está dirimiendo el
Tribunal de La Haya podrá o no conectarse con la solución de la Cuestión
Boliviana.
Y para terminar éstas líneas: no estamos por
exacerbar conflicto alguno entre países vecinos, integrantes de una misma
Patria Grande Romanoamericana, pero tampoco estamos por cerrar los ojos a las
verdades históricas ni a las realidades practicas que señalan los caminos a
seguir por nuestros pueblos.-
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