lunes, 27 de junio de 2022

ERRIGUEL Y EL NEOLIBERALISMO GLOBALITARIO PROGRESISTA POSMODERNO.

 

RESEÑA-COMENTARIO DE CHARLA DE JOSÉ ORELLANA SOBRE ADRIANO ERRIGUEL.

En charla transmitida por el canal de youtube de la Editorial Ignacio Carrera Pinto, el profesor de filosofía Jesús Orellana expuso sobre el pensamiento del intelectual mexicano Adriano Erriguel.

Siguiendo las ideas expuestas, el Nuevo Orden Liberal Mundial se podría visualizar como una síntesis dialéctica entre la derecha neoliberal capitalista y la izquierda revolucionaria marxista leninista:

La izquierda posmoderna progresista que predomina hoy en día está vacía de contenidos propios del marxismo leninismo y está repleta de contenidos propios del neoliberalismo cultural, sea en sus variantes duras o diluídas y disipadas. Frente a esa izquierda, que comparativamente está bastante bien perfilada, se puede encontrar una derecha, no tan bien perfilada, que reacciona acomodándose a como esa izquierda procesa sus contenidos posmodernos, asimilando de pasada en este acomodo a una serie de valores políticos progresistas; pero este contacto cultural entre los mundos ideológicos de la derecha y de la izquierda es un proceso bidireccional, pues a su vez el mundo ideológico de la izquierda es afectado por la asimilación de los valores económicos del capitalismo neoliberal.

Así es como la derecha posmodernizada  (“liberal” tanto en el sentido europeo como en el sentido norteamericano del término) participa alegremente del proceso involutivo izquierdista de deshacerse de las tradiciones que dieron orígen a los pueblos (a todas las naciones y a todas las civilizaciones), olvidándose de jerarquías, de deberes, de patriotismos, de heroismos, de espiritualidades, etcétera.

Y es así como la izquierda posmodernizada (progresista por antonomasia) entra de lleno al marco conceptual y conductual derechista de un capitalismo en franco proceso de transformarse en el neoliberalismo globalitario; siendo el punto de inflexión de esta conversión de la izquierda la difusión de las ideas de la Escuela de Frankfurt (en lo teórico) y los sucesos de Paris mayo 68 (en la practica política).

Ambos (izquierda posmoderna y derecha receptiva de lo que proviene de la posmodernidad progresista) se inscriben dentro de un proceso de normalización globalitaria de las nuevas izquierdas y derechas del sistema que aceleradamente se está imponiendo en el mundo (las alas izquierda y derecha del sistema globalitario); normalización ideológica y conductual que tiene lugar en el contexto de la globalización de las nuevas formas de capitalismo que se extienden a lo largo y ancho del mundo; neocapitalismos que constituyen la actual fase superior de un imperialismo devenido en transnacional y que tiende a imponerse por sobre todas las potencias geopolíticas del planeta y que es administrado por una superclase social globalitaria que tiene su dinámica absoluta propia y que cada vez se identifica más consigo misma y cada vez menos con algún país en particular.

El liberalismo globalitario progresista posmoderno conserva las características fagocitadoras propias del viejo capitalismo moderno: la capacidad de asimilar –y de convertir en negocio- mucho de lo que va apareciendo en el mundo, incluso de aquello que en un principio nace para oponersele. Las empresas capitalistas sabían aprovechar todo a su favor, por ejemplo, revueltas anticapitalistas como la del Che Guevara terminaban en la comercialización de camisetas con su efigie o contestaciones anarcoides como las de los hippies  terminaban en que las flores servían como iconos para vender productos…Así también, los tentáculos de la superclase globalitaria tienden a que toda resistencia al Nuevo Orden Global sea nada más que una oposición controlada y, en definitiva, útil al mismo sistema, y siempre potencialmente asimilable.

Pero, para Erriguel, no lo tienen todo fácil pues hay elementos de resistencia que son difíciles de franquear, como la familia, la religión y el estado.-