LAS
CUESTIONES QUE QUEDAN ABIERTAS CON EL DISCURSO DE ALEXANDER DUGIN.
Las conceptualizaciones elaboradas por el pensador
ruso euroasiatista Alexander Dugin constituyen una importante oportunidad para
discutir los diagnósticos y las propuestas políticas alternativas en el mundo
de hoy.
A continuación algunas de los planteamientos de Dugin
expresados en la entrevista que le hizo el brasileño Raphael Machado en
septiembre 2014:
Dugin, por un lado se plantea con claridad, pero con
una claridad que es aparente pues envuelve la heterogeneidad de los que se
oponen a la globalización mundialista, encubriendo la complejidad que trasunta
esa oposición a la dominación atlantista del mundo:
LA NUEVA RUSIA COMO LÍNEA DE RESISTENCIA FRENTE AL
NUEVO ORDEN MUNDIAL DEL OCCIDENTALISMO ATLANTISTA:
MARCA LA DIVISORIA DE LAS AGUAS ENTRE LOS ENEMIGOS Y
LOS LACAYOS DE LA GLOBAL-INVASIÓN.
Pero, para poder explicar el Quiebre de Ucrania,
plantea que existiría una disociación entre SANGRE y SUELO, lo cual pone en el tapete la
cuestión de la evitabilidad (o no) de las contradicciones entre etnicidad e
imperialidad:
El conflicto de Crimea y el Este de Ucrania sería la
lucha entre dos pueblos: entre una sociedad (la de los ucranianos del Oeste de
Ucrania) que se identifica con un “pequeño nacionalismo de la sangre” y otra
sociedad (la de los ucranianos del Este de Ucrania) que se identifica con un
“gran nacionalismo imperial del suelo”.
Los que se identifican con un “gran nacionalismo
imperial del suelo” se encuadrarían, entonces dentro de “las fuerzas
antiliberales de todo el mundo”, copartícipes por ende de un mismo gran
“proyecto contrahegemónico multipolar”, mientras que los que se identifican (por lo menos en Ucrania) con un “pequeño
nacionalismo de la sangre” responderían a los intereses del gran capital
cosmopolita y su global-invasión.
Constatada –por Dugin- la disociación entre Sangre y
Suelo, y dado que la Sangre solo puede asociarse a una etnicidad particular que
a lo más puede generar o sostener un estado nacional, este autor hace una
extrapolación desde Suelo a Imperio: en un mismo Gran Suelo pueden caber muchas
sangres (O SEA, MUCHOS GRUPOS ÉTNICOS, MUCHOS PUEBLOS, MUCHAS RAZAS) englobados
en una gran sociedad multinacional que al generar una universalidad alcanzan
una dimensión imperial.
Semejante construcción política se legitíma en tanto
cuanto se convierta en un instrumento para superar el “mundo de la decadencia
política total que es la modernidad”, para vencer el “mundo del Kali Yuga”.
La Cuarta Teoría Política (CTP) consiste, entonces, en
el marco conceptual de esa lucha y de esa construcción política.
Es un marco conceptual que reconoce dos raíces
filosóficas:
-
es, por un lado, la aplicación político-practica del
tradicionalismo guenoniano-evoliano, para que la lucha por la Tradición no
quede solamente en el plano de las ideas y de los testimonios personales
heroicos, sino que se plasme en formas que hagan historia; y
-
es, por otro lado, un marco conceptual heideggeriano,
desde el momento en que va expurgando todas las formas que ha asumido la
modernidad terminal, esto es, un proceso de expurgación de los elementos
materialistas-racistas del nacional-socialismo hitleriano alemán, de los
elementos chovinistas del fascismo mussoliniano italiano y de los elementos
materialistas-economicistas y multiculturalistas del comunismo soviético ruso.
Tanto es así que Dugin considera a Martin Heidegger como el padre fundador y primer
exponente de la CTP: viene a ser la medida de su ortodoxia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario