domingo, 25 de mayo de 2014

Notin: EXTRAÑO SECRETISMO DE LAS NEGOCIACIONES INTERNACIONALES.

ECONOMISTA BERNARD NOTIN
COMENTARIOS “CONTRA LA USURA”
EXCLUSIVOS PARA CONTROVERSIA-TV.
N° 3, MAYO 2014.

www.controversia.cl


El economista francés exiliado en México, Bernard Notin, pone el dedo en la llaga de lo que significa el secretismo en el que se están llevando a cabo las negociaciones para establecer reglas internacionales en materia de prestaciones de servicios (TISA). Y eso lo pone en relación el tipo de imposiciones que son del gusto de una tiranía globalizada de los grandes negociantes y financistas que se ha ido formando a nivel mundial; y todo ello en contraposición a los legítimos derechos que tienen los estados a ejercer su soberanía política.

  1. Ya se han suscrito y llevado a la practica tratados internacionales que regulan el comercio de mercancías entre los estados. Lo que llama la atención ahora es que estén en curso  (desde el 2012, por iniciativa de USA y de Australia) secretas negociaciones internacionales tendientes a suscribir un tratado relativo al comercio de servicios (al que se le ha designado TISA, por sus siglas en inglés). Negociaciones en las que participan los diversos países desarrollados y otros como Chile y México, y que ya habrían llegado en marzo del 2014 a acuerdos, los que estarían listos para ser firmados a comienzos del 2015. ¿Porqué expresamente se ha querido que estas negociaciones no sean de conocimiento público? Qué es lo que esconden? Quienes se verían perjudicados? Las escasas respuestas a estas preguntas indican que esa discreción se debe a que no pueden dar a conocer “a otros” las propuestas que se han planteado.
  2. La negación de la política, de las tradiciones políticas y de los políticos corre por cuenta del poder que ejercen los grandes hombres de negocios y de las finanzas.
En la función política no hay verdades reveladas puesto que es intrínseco a ella la contestación con opiniones que se formulan respecto de la mejor organización de la ciudad y de la sociedad: la libertad política es lo que permite que dentro de un sistema se puedan negociar abiertamente entre distintas proposiciones.
Esa relación no se da en el mundo del poder económico, pues en este lo que predomina es la relación dueño-esclavo: es la relación que se establece entre el poder de organizar empresas y los otros que se ven impelidos a entregarle sus competencias a esas empresas.
Esta relación dueño-esclavos es la que lleva a que se configure una nueva tiranía por parte de los grandes hombres de negocios, una tiranía globalizada que excluye lo político y que va a caracterizar al Siglo XXI…si es que no ocurre algo sorprendente en sentido contrario.
  1. Existe en el escenario internacional un TRIANGULO DE INCOMPATIBILIDADES entre:
-          la soberanía política de los estados,
-          la cooperación entre los países y las empresas,
-          la libertad de comercio en los mercados abiertos: la libre competencia comercial funcionando autorreguladamente.
En la realidad se da la imposibilidad de coexistir entre los tres puntos de este triangulo. De partida, porque un estado que quiera ejercer su soberanía conquistando con su comercio otras influencias exteriores no puede sino rechazar el sometimiento a la cooperación con otros estados. Por su parte, la cooperación y la libertad de comercio tiene como objetivo compartido la eliminación de la soberanía de los estados, pasando a constituir (en términos del pensador Julián Freund) una nueva forma de totalitarismo en el que se elimina el derecho público a favor del derecho privado, haciendo posible –esta negación del concepto de bien común y de comunidad- la mencionada tiranía globalizada de los hombres de negocios.
Este escenario se contrapone a una sociedad armoniosa, en la cual se mezclan los derechos de las personas (incluyendo los de los agentes privados) con los derechos de la comunidad como una totqalidad.
¿Quién podrá alzarse en contra de la tiranía globalizada? Cuanto podrá durar ésta?
Nada se puede esperar de élites corruptas, incluso perversas, vendidas a este sistema, despersonalizadamente autopercibidas como mercancías. Con ellas no hay futuro.

Un futuro alternativo es difícil pero solamente podrá ser construído con otras élites.


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