lunes, 10 de noviembre de 2014

EL PROBLEMA DE QUÉ HACER CON LA CRISIS ECONÓMICA GLOBAL: ¿Es la guerra una solución?

www.controversia.cl COMENTARIOS DE BERNARD NOTIN EN “CONTRA LA USURA” Comentarios N° 6, 7 y 8.

EL PROBLEMA DE QUÉ HACER
CON LA CRISIS ECONÓMICA GLOBAL.

En sus últimos comentarios, Bernard Notin se explaya en la problemática de una crisis económica global que no termina, prolongándose en el tiempo como algo endémico que no se sabe como enfrentar.

La pregunta clave es la de inquirir qué se puede hacer con una crisis que se inserta en el lento pero ostensible proceso de derrumbamiento del poderío global de un Occidente Dolarizado.

El destino del mundo conocido aparece, en estos momentos, marcado por el desafío de cruzar o de no cruzar la línea de seguir aceptando al dólar como La moneda internacional de intercambio comercial.

Este desafío de seguir sometidos al dólar o de dejar de utilizarlo se ubica en un lugar vecino a un polvorín que cualquier mecha puede hacer saltar por el aire, esto es, se trata de un reto que va muy de la mano con el problema de la acumulación de conflictos a nivel mundial, ya sean conflictos que asuman las formas de invasiones armadas por parte de las potencias occidentales o las formas de rebeliones populares en contra de la tiranía globalitaria (tiranía globalitaria a la cual están sometidas esas mismas potencias occidentales).

Todos los países “desarrollados” siguen en crisis, una crisis no resuelta, con su crecimiento económico estancado, viviendo angustiosamente una situación de fin de mundo.
La globalización sirvió a los países occidentales desarrollados, pero también fue una trampa para ellos al globalizar su riqueza: dejaron de ser tan ricos como lo habían sido y surgieron con riqueza otros países (asiáticos) que antes no eran ricos o “desarrollados”.
Frente a ello, “los países occidentales desarrollados” no saben qué hacer, salvo dar palos de ciego, como:
-         falsear sus estadísticas económicas,
-         tomar medidas meramente de manejo monetario, y
-         producir algunas guerras “que chuteen la pelota para adelante” (o sea, que dejen para después la solución del problema).
Pero frente a la crisis global y a los palos de ciego que se dan frente a ella,
solamente resta cambiar el modelo actual por uno que termine destruyendo a la globalización gracias a una reactivación de las productividades locales y a la creación de un nuevo sistema monetario internacional.

Es ilustrativo al respecto el caso de Rusia y del comportamiento de las potencias occidentales frente a ella.
Existe historicamente una obsesión occidental por imponer sanciones económicas a quienes no se someten a sus dictados; obsesión que proviene de una Inglaterra que se acostumbró a controlar indirectamente a otros pueblos a través del control de las finanzas, del comercio y de los medios de información, gracias a lo cual ha gustado de imponer bloqueos.
Este patrón imperialista hipócrita de comportamiento lo están aplicando ahora en contra de Rusia.
¿Cómo reacciona Rusia frente a las sanciones económicas que le está imponiendo Estados Unidos y la Unión Europea?
En primer lugar, suspendiendo por 12 meses las importaciones de productos lacteos, carneos, frutas, verduras y pescados provenientes de esos países.
En segundo lugar, suspendiendo todo paso por el espacio aéreo ruso de toda línea aérea perteneciente a USA o UE.

En tercer lugar, reservándose para sí la decisión sobre el modo en que se aplicarán las anteriores medidas, conforme al patrón de no amenazar sino que de actuar cuando quiera, o sea, cuando hayan negociado con otros proveedores de esos productos agrícolas y de esos servicios aéreos. 

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